La gestión del residuo textil a través del programa Roba Amiga ha permitido crear 30 puestos de trabajo en las provincias de Girona en la primera mitad del año
Desde ADAD L’Encant hemos recogido en total 704.876 kilos de ropa en los municipios de Girona que gestionamos a través de los contenedores naranjas de Roba Amiga. Esta cifra ha permitido generar ocupación para fomentar la inserción sociolaboral de personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social.
En concreto, en la provincia de Girona se han conseguido creado 30 puestos de trabajo para personas que siguen un itinerario de inserción laboral.
La entidad ADAD L’Encant hemos conseguido esta cantidad extraordinaria de ropa a través de los 421 contenedores de Roba Amiga que gestionamos en los municipios de la provincia de Girona. En cuanto a los municipios, hemos gestionado contenedores y puntos de recogida en 105 localidades de Girona.
Este hito supone un impacto muy positivo para la generación de oportunidades laborales a través de actividades relacionadas con la gestión integral de los residuos y la economía circular.
Impacto medioambiental positivo
La gestión del residuo textil durante el 2023 ha evitado la emisión de un total de 5.822 toneladas de CO₂ a la atmósfera – cálculo hecho a través de ECO-TLC–, pero el valor del proyecto de ADAD L’Encant va más allá del impacto positivo en el medio ambiente.
Ocupación para la inserción sociolaboral
El gesto de depositar la ropa a los contenedores naranjas ha generado un total de 30 puestos de trabajo de inserción para personas en situación de vulnerabilidad social de los municipios con que colaboramos, una cifra que valoramos muy positivamente desde la entidad.
El valor diferencial del proyecto es que en cada una de estas fases trabajan personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social. Estas personas se encuentran en un itinerario de inserción sociolaboral y tienen la oportunidad de acceder a un trabajo temporal. Los contratos de inserción son contratos estables (con una duración de mínimo de 6 meses), regulados por la Ley de Empresas de Inserción, y permiten a la persona recuperar o adquirir hábitos laborales, así como especializarse en un oficio para acceder a un lugar de trabajo al mercado ordinario. Una vez la persona trabajadora mujer el salto a la empresa ordinaria, su lugar de trabajo es ocupado por otra persona en situación de vulnerabilidad social que inicia un nuevo itinerario de inserción.
Estos resultados nos animan, un año más, a seguir trabajando por un modelo de economía circular y social en que la gestión del residuo textil supone una gran oportunidad de creación de puestos de trabajo por la inserción sociolaboral a la zona.